julio 20, 2007

:: wideopen ::

-¿Dónde estás?
-Aqui.
-Déjame.
-No.
-Ven.
-No.
-Adiós.

En una noche como esta, cuando la lluvia puede opacar hasta el más desesperado último agónico grito de una mujer pidiendo de rodillas no ser acuchillada por su amante; en la que el tronar del cielo hace que hasta el más bullicioso grito orgásmico quede reducido a la nada; en la que nada podría quitarle el protagonismo a la mera condensación de las nubes; es cuando más me gusta oír la más pura expresión de la naturaleza, tirado, estirado, descanso, pienso, miro el oscuro techo de mi habitación, pienso, escucho, me desespero, mis hombros, mis brazos, mi cuerpo.

Nadie pensaría qué es lo que pasaba por su mente, pero en ese momento de clímax casi constante, sólo una pregunta lo agobiaba, era bastante susceptible a volver a ese tema, una y otra vez, como si fuese un niño en un carrusel interminable, y justo cuando pensaba que estaba bastante lejos del tormento, justo cuando estaba más lejos de ese punto, comenzaba el vertiginoso viaje de vuelta, una y otra vez.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Parece una ecsena intirgante de Alguien te mira... y ahora los dió las historias... Un beo querido, a mi me gustó al tuya :D, aun que no creo que te haya pasado xD x)

Jaime Grijalba dijo...

Como te djo Donnie Darko...

Sebastián Rebolledo dijo...

hola, pasaba por aquí. Escribes bien gian, asi que deberias dedicarle mas tiempo y amors a la literatura. La ranadrila poeta.