mayo 05, 2008

::Faith.Fate.Luck::

Ya no atribuyo las cosas al destino, ni mucho menos a la fe, aunque creo que nunca se las atribuí; el caso es que estoy un poco harto de la situación, como yo digo, ésta se ha vuelto del todo destructiva, a pesar de que hago mi mejor esfuerzo por que no lo sea.
Tal vez hay alguna fuerza antagónica a mí que esté constantemente tratando de que lo que haga no tenga mérito o éxito; pero a veces igual me sobrepongo a esas cosas. A veces pienso que todo está en mí mismo, y es lo más probable, pero cómo avanzar si tienes tantas trancas, traumas e inseguridades ?, en realidad no tengo la respuesta a eso, y es por eso que busco ayuda, busqué, pero me la negaron... Seguramente soy demasiado cacho como para que alguien pierda tiempo en mis asuntos 'sin importancia', y claro, son sin importancia por supuesto para cualquiera menos para mí, porque son asuntos de los que sólo yo me preocupo, muy puntuales, muy específicos, tal vez nadie los nota, pero yo sí.
No quiero jamás llegar a recurrir a fármacos, ni mucho menos a la fe, no creo en eso, es sólo algo que el hombre inseguro (más que yo seguramente) inventó y se lo cree para tener alguna explicación de su ser, aunque sea un dogma o algo improbable.
De todos modos respeto lo que cada uno cree, y no me meto en eso, sólo defino lo que yo creo y nada más; a veces pienso que pienso distinto al resto del mundo, y por eso nunca encajo en algún
nicho social o agrupación. No sé si me busco yo el estar aislado, pero no lo quiero más, no quiero más esto; debería darle fin, definitivamente, porque sino seguiría siendo el mismo ciclo destructivo.
En cuando al azar es sólo un mero factor que casi no influye en mi vida, porque está tan programada que pocas cosas se le pueden atribuir, tal vez si aumentara la entropía en ésta misma tendría algo más de emoción, pero bajo estas circunstancias es difícil, y la verdad es que me aburre bastante el intentar cambiar cosas, y que no den resultado, al menos no uno inmediato (es mucho pedir ?) ni menos uno a largo plazo.
En resumidas cuentas soy un animal enjaulado, que se alimenta, duerme, vive, y está ahí, para ser observado a veces por los niños que van al zoológico con sus madres; o como una célula de entre tantas, que cumple una función y luego de ésta no queda más que la apóptosis.

febrero 15, 2008

:: Another day (Part IV)::

De pronto la pacífica escena del parque, se tornó de un poco usual rojo grisáceo, propio del fuego y humo proveniente de éste mismo; como centro del singular cuadro, estaba un famoso periodista huyendo de la escena a todo galope, decenas de personas atrradas corriendo en todas direcciones como hormigas que huyen de algún dedo humano intentando asesinarlas, pero con la diferencia de que las llamas eran las qe trataban de abrazarlas a toda costa.
Un poco más cerca del fuego, y dentro del ambiente de caos y conmoción que éste causaba, se encontraba frente a un coche con un bebé en su interior, y una madre desmayada, presa del calor: la oportunidad 'fortuita' perfecta que lo haría sentirse como un héroe otra vez.
Algunas horas más tarde, se vio postrado en su cama, otra vez; pero ésta vez con un fuerte dolor de cabeza y un molesto sonido de televisión...
... y muerto fue hallado ... presunto autor ... David Marfrío ... del canal 3... cercanías ...

:: Another day (Part III)::

Yo estaba sentado como siempre, en una banca en el parque que está cerca de mi departamento, en pleno centro, cuando de pronto una figura un tanto extraña se acerca hacia mí a paso acelerado. La imagen me produjo bastantes nervios, pero pronto eso no fue nada en comparación a lo que fui obligado a hacer.
El tipo se me acercó, y dijo en una voz que sinceramente me erizó los pelos, que sabía dónde vivía, y que si no hacía lo que me decía, algo de verdad malo podría ocurrirme. Lo extraño fue que le creí inmediatamente, a pesar de que el tipo no tenía pruebas de saber realmente nada sobre mí, mas que mi nombre, pero eso es algo muy simple de saber si a diario apareces en TV leyendo las noticias...

:: Another day (Part III)::

Yo estaba sentado como siempre, en una banca en el parque que está cerca de mi departamento, en pleno centro, cuando de pronto una figura un tanto extraña se acerca hacia mí a paso acelerado. La imagen me produjo bastantes nervios, pero pronto eso no fue nada en comparación a lo que fui obligado a hacer.
El tipo se me acercó, y dijo en una voz que sinceramente me erizó los pelos, que sabía dónde vivía, y que si no hacía lo que me decía, algo de verdad malo podría ocurrirme. Lo extraño fue que le creí inmediatamente, a pesar de que el tipo no tenía pruebas de saber realmente nada sobre mí, mas que mi nombre, pero eso es algo muy simple de saber si a diario apareces en TV leyendo las noticias...

:: Another day (Part II)::

Mientras camino hacia adelante, sólo mi suerte es mi guía; y ya comienzo a sentir cómo me apodero de mí mismo, y claro, me apodero de mí mismo yo, pero no yo mismo, mi otro yo; una segunda personalidad, más atrevida y un tanto 'dominante'. A este 'otro yo' no le importa nuestra salud, ni mucho menos, sino que sólo vive para y por el resto, y se siente realizado al saber o sentir que es necesario o que es útil.
De cierto modo creo que tiene razón, pero pienso que es un tanto maquiavélico, pero ya está hecho, y no puedo dar un sólo paso por mi propia cuenta, estoy poseído, estoy enajenado, estoy 'dominado'...

:: Another day ::

Ya como era de costumbre, se vio otra vez postrdo en su cama, justo después de despertar de ese horrendo sueño de nuevo. Y a pesar de que sabía perfectamente cómo evitarlo, ese maldito sueño lo perseguía; como un zorro que persigue a su presa durante horas, y ésta ya cansada de tanto huír, se rinde ante su fatídico e inevitable encuentro con su cazador.
Ya casi como con la presición de un reloj suizo, la hora llegaba, más temprano que tarde, ya que no era bienvenida del todo. El sol ya se había puesto, y las luces en la ciudad aún no se encendían, porque las tardes de verano eran así: oscurecía unos minutos después de la puesta de sol; y éstos eran los minutos críticos, porque no hay una luz que ilumine directamente las sombrías calles y rincones, al menos hasta que se encendieran las luces del alumbrado público.
Era en este momento en el que Diego entraba en una especie de trance, pero un trance en el que se está completamente consciente de lo que se hace, sin embargo y a pesar de que no le gustaba, sentía la obligación de salir, de cubrir su rostro con el cuello de su chaqueta favorita, tapar su mirada con sus gafas de aviador, y salir a pasear al parque. Pero esto no era exactamente lo terrible del asunto, sino lo que ahora viene...